DIA 4 - PROPOSITO

“Yo no me soy presente a mi mismo si no me doy al mundo, he aquí el drama. Sólo se posee lo que se da. [...] sólo se posee aquello a lo que nos damos, sólo nos poseemos si nos damos.” - Emmanuel Mounier

Hoy ha sido un día muy tranquilo, de esos días en que dedico parte de la mañana a recuperar la energía ocupada el día de ayer, una de las cosas que he tenido que aprender es que mi energía funciona como una batería que se agota y hay que recargar, entonces racionarla es importante, esa fue una de las cosas que más trabajo me costó aceptar y aprender a sobrellevar.  Siempre he sido hiperactiva, soy de aquellas personas que no puede estar haciendo solo una cosa, de hecho en mis épocas de embarazo de mi hija Adda Sofía que tiene 10 años, llegué a tener 4 empleos, por las mañanas estaba de 7 a 9  como Coordinadora del Departamento de Atención a Padres del Instituto Mendoza, de ahí me iba a Kila a la Clínica para niños y adolescentes farmacodependientes, donde fui Coordinadora de Atención Psicológica por 9 años, en las tardes tenía mi consultorio; y los fines de semana era docente en la maestría de educación, y definitivamente era muy feliz. 

Estar en pausa, ir con calma y tomarme la vida con mayor relax fue muy difícil, aprender a escuchar las necesidades de mi cuerpo fue otro gran reto, José mi esposo dice que tengo una tolerancia al dolor muy grande, puedo estar sintiéndome mal y continuar hasta que explota la situación con graves consecuencias.  Por suerte cuando iniciaron los primeros síntomas del Lupus realmente me asusté y pensé que mientras más pronto supiera que tenía podía prevenir muchas cosas que luego tal vez podría lamentar.  En gran medida ese ha sido el éxito de mi salud, justo a tiempo pude cambiar muchas cosas en mi estilo de vida, pero confieso que me sigue siendo difícil, al final aceptar que las cosas tienen que ser diferentes y que no son como yo las tenía pensadas se ha llevado su tiempo.

Hoy le tocó a mi hijo Rafa que tiene 6 añitos asistir a su cita con el dentista, como lo hacemos muchas veces, su papá lo llevo para que yo me quedara a descansar por que en la tarde tenía que ir al consultorio.  Mucha gente que nos conoce se habrá topado con mis hijos y su papá en el parque o en una fiesta, y la pregunta obligada es ¿dónde está su mamá? Mi hijo Rafa casi siempre le dice a su abuelita, mi mamá está durmiendo, lo cual no siempre es cierto, lo que si es real es que muy probablemente estoy en el consultorio trabajando o en cama descansando porque seguro tengo un malestar.  A mis 41 años y sentirme como una persona de la tercera edad ha sido un impacto muy fuerte, jamás me visualicé de esa manera, para el ritmo que he tenido toda la vida y la expectativas que tenía de mis sueños y proyectos, esta no era la forma en que deseaba vivir.

Uno de los motivos por los que renuncié a mi último empleo en el que estuve durante 9 años fue justamente por la búsqueda de la tranquilidad y la libertad, mi primera crisis inició después de haber nacido mi hijo Rafa, y la situación en mi lugar de trabajo era terrible, injusticias, malos tratos, corrupción, era lo que vivía a diario, y descubrí que uno de los grandes disparadores de las crisis de esta enfermedad autoinmune es el estrés y los cambios bruscos de tipo emocional, lo cual con toda seguridad me disparó mi primer brote.  Tomar la decisión de renunciar a un trabajo seguro no fue muy fácil, pero era mi salud emocional en ese momento mi prioridad, siendo psicóloga navego con la bandera de la prioridad emocional, era congruente para mi tomar esa determinación.

Como platicaba el día de ayer, al final los imprevistos no están planeados, no falta la gente difícil con la cual tratar en el trabajo, a pesar de que soy muy cuidadosa a la hora de elegir a mis pacientes, porque si soy honesta mi prioridad es mi tranquilidad, pero aun así a veces no he tenido buen tino, y me han tocado personas que por alguna dificultad que no les parece, me han faltado al respeto, gritado o armado algún escándalo, o exigido de forma prepotente y lo he aprendido a manejar; a veces creo que la gente piensa que es mi obligación ser muy tolerante y pasiva, y que por pagarte un servicio debes acceder a su forma y sus modos, pero es bien duro en la actualidad encontrar que la gente no controla sus impulsos y que piensa generalmente en su propia satisfacción y jamás se pone en tu lugar, es difícil hablar con alguien muy enojado y peor cuando cree que las cosas son como las imagina y no escucha tu razón.

Le agradezco de corazón a mis pacientes ahora si su paciencia, cuando he tenido que cancelar sus citas, por que definitivamente me he sentido mal, casi no lo hago, e intento que no suceda, pero a veces no está en mis manos y lo he tenido que hacer. Hay gente que no sabe y se disgusta, he perdido clientes por eso, algunos la saben y aún así se enojan, y hay otros que definitivamente han comprendido la situación.

Intentar una vida “normal” ha sido el mayor de los retos, sentarte a escuchar los problemas y las dificultades de las personas, también es cansado, mental y emocionalmente, la gente no se imagina la cantidad de historias que he escuchado y que se quedan conmigo, en 18 años han sido infinitas.  Hace unos días un niño me preguntó como elegí ser psicóloga, y la verdad es que no lo sé, siempre quise ser doctora, y justo en el último año de la preparatoria después de haber estudiado el bachillerato de químico biólogo, llegué con mi papá a decirle que siempre no quería ser doctora pero que no tenía ni idea de qué quería ser, mi papá me propuso tomarme un año para decidir que quería estudiar, y me dio la opción de estudiar otro bachillerato, así que ese año estudié Disciplinas Sociales y tuve la suerte de conocer a un grupo de italianos que llegaron a la ciudad con un Movimiento católico llamado Comunión y Liberación, etapa que marco de una forma muy hermosa mi vida, entre ellos había un psicólogo, por quien tuve siempre un afecto muy especial y al que admiraba enormemente, es muy probable que por ahí naciera mi deseo, y es que definitivamente se me daba mucho el escuchar, y es justo ahora lo que más intento con las personas que llegan conmigo, “escuchar”.

Escribir ha sido una de mis grandes pasiones, este blog inicialmente durante mucho tiempo tuvo la tarea de ayudarme a sobrellevar lo difícil de lo que vivía en mi último empleo, mi exjefa me congeló durante mucho tiempo con la intención de presionarme para que renunciara, y con una computadora en mi escritorio y el internet, descubrí el mundo de los blogs, y empecé a escribir, incursioné en el mundo del periodismo, el Diario de Yucatán me dio la oportunidad de publicar mis artículos que generalmente eran de política y situaciones actuales, y hasta gané un concurso con un artículo sobre transparencia.  Fue ahí donde llamó mi atención la reacción de las personas, gente que me leía en el diario me escribía desde otros lugares del mundo y se identificaba con lo que yo expresaba; tengo una página sobre lupus en el facebook que inicié por sugerencia de mi nutriólogo quien me dijo que tenía muchas que contar y compartir porque de alguna u otra manera había podido detener la evolución de la enfermedad y que comparada con otras historias la forma en que he vivido la enfermedad rendía frutos y que la gente debía saberlo.  Es curioso por que es mi página más exitosa, 1950 seguidores, personas que me escriben diciéndome que mis escritos, y cartelitos con frases les ayudan a sentirse mucho mejor o a mirar las cosas desde otra perspectiva y es que el objetivo de mi página no es llorar y lamentarnos de nuestra situación, sino mirar la enfermedad como un proceso, como un camino a través del cual podemos descubrir muchas cosas ricas de nosotros mismos, y sobre todo de la vida, y estoy convencida que nuestra actitud define el sentido de lo que vivimos y de lo que encontramos.   

Hay gente que me ha criticado por mi postura, en una ocasión alguien me escribió reclamándome que la enfermedad jamás puede tener nada de positivo, que es el peor castigo que la vida te puede dar, y es que yo también en ocasiones he sentido y pensado eso, sobre todo cuando encuentro dificultad para sobrellevar las cosas que planeo, y como le dije en una ocasión a mi esposo: ESTA NO ES LA VIDA QUE YO QUERÍA, NO ES ASI LO QUE YO SOÑABA, pero la realidad es que la vida es así, llena de circunstancias que no se planean, soñamos con controlar las circunstancias, y con ese sueño del control creamos nuestras peores pesadillas.  La aceptación no es resignación, son dos actitudes diferentes, cambiar estilos de vida, es súper importante para obtener resultados diferentes, pero nos resistimos y somos necios, y continuamos con los mismos patrones desesperados por obtener resultados distintos.

El día cierra muy relajado, hoy solo tuve un paciente, pero que vale por 10, de los mejores casos que he vivido, y ocupe mi tiempo del almuerzo en casa de mi mamá robando el internet, para realizar un cartelito y promover este hermoso proyecto que implica para mi una disciplina que me ayuda a poner en claro mis ideas, y sentimientos, y mirar de una manera un poco mas concreta mi vivir, y la forma en que me narro mi propia historia, y de lo rico que es compartirme, para los que han acudido a terapia conmigo no les resultara raro que yo comparta algunas de mis vivencias, y de las formas en que algunas situaciones las he vivido y como las he enfrentado, una vez un amigo me dijo, pues “¿cuántas vidas has vivido? Has hecho tantas cosas!!! “, y es que si hay algo de lo que no puedo quejarme más que de todo lo que haya vivido, es como lo he experimentado, porque soy apasionada y porque para mi cada instante es toda mi vida, todo es significativo y todo forma parte de este rompecabezas que es mi existencia; y he escuchado tanto, observado tanto que tengo siempre la sensación de tener más que una versión de la realidad, más de un fragmento de todo este mecanismo perfecto que implica la vida, como decía Hugo Cabret “Todo tiene un propósito, los relojes te dicen la hora, los trenes te lleven a algún lugar. Así que pensé que el mundo entero era una gran máquina. Tú sabes que las máquinas nunca vienen con piezas extra. Yo no podía ser una pieza extra. Tenía que estar aquí por alguna razón y eso significa que tú estás aquí por una razón también. Quizá por eso las máquinas rotas me ponen triste. No hacen lo que deben de hacer. Quizá sea igual con las personas. Si pierdes tu propósito es como si te rompieras...”  , y estoy convencida que todos estamos aquí por algo, que yo estoy aquí por algo, que justo ahora estoy frente a estas teclas por algo, porque todos tenemos un propósito, y yo, estoy buscando el mío, y como decía Hugo, esta es probablemente mi última oportunidad de funcionar…

Hasta Mañana…

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