DIA 8 - MAMÁ

“La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, A PESAR DE LO QUE SOMOS.” – Víctor Hugo 

Esto de piratear el internet en casa de mi mamá ha sido muy beneficioso para todos, principalmente para ella, durante los días de clases y entre el trabajo, el ajetreo en la casa y los niños pueden pasar hasta dos semanas y no la paso a visitar.  En estos días hemos estado aquí con ella y haciendo muchas cosas juntas. A mis hijos les fascina visitar a su abuela, y es increíble, platicando con una de mis hermanas, le comentaba que definitivamente nuestra madre cometió muchos errores y tal vez por eso nosotras tenemos muchas cosas que superar y resolver, pero es increíble el proceso personal que ha vivido y la transformación que ha tenido con sus nietos, si yo le contara a mis hijos como era su abuela, seguro les hablaría de una persona que no conocen, la relación que ha construido con sus nietos es hermosa y realmente la quieren mucho.

La figura más importante en la historia de mi vida ha sido mi padre, pero desde hace un tiempo al entrar en esta crisis de mis diferentes roles de mujer, y sobre todo en el de ser mamá, la figura de mi madre y su historia han cobrado un lugar especial.  Les contaba hace unos días la historia de mi abuela,  mi madre tiene 5 hermanos, de los cuales ella fue la única que estudió, es maestra, ella nos cuenta que los llevaban al campo a trabajos duros y que de plano a ella nunca le gustó, al igual que yo era perfeccionista, sus hermanos igual se quejaban de que era la consentida pero la realidad es que obedecía y no le gustaba que la regañaran, cuando le dijo a su mamá que quería estudiar mi abuelo se opuso, obviamente dijo que las mujeres eran para su casa, pero mi abuela la defendió y dijo que mi madre estudiaría por que había demostrado que era lo que más deseaba. Mi madre se aleja del hogar para radicar en la ciudad de Campeche, ellos vivían en un lugar lejos de aquí en un pueblo, nos describe su casa sumamente humilde, con el piso de tierra, y el techo de guano, nos cuenta que su madre hizo sacrificios enormes por pagarle la escuela, vivía en una casa de asistencia.   

Al morir mi abuela, mi madre entra en una crisis muy fuerte, emocionalmente se puso muy mal y estuvo así durante muchos años, en mi familia la neurosis es una característica muy particular, cuando mi madre conoció a mi padre ya siendo los dos maestros, ella llevaba un tratamiento psiquiátrico por sus nervios, pero mi padre de un carácter tranquilo, noble y sereno platicaba con ella y le decía que se debía controlar y que los medicamentos no le solucionarían la vida. La historia es hermosa pues mi madre deja los medicamentos y con la ayuda de mi padre logra recuperar en gran parte su salud emocional sin la ayuda de psiquiatras y medicinas.  Aun así su carácter era muy fuerte, impulsivo y en ocasiones difícil de controlar. La verdad es que yo le tenía mucho miedo. 

La dificultad para controlar nuestro carácter es una característica familiar, yo he analizado mucho mi propia historia y le he dicho a José que es la sensación de vivir eternamente enojada, a la defensiva como queriéndome proteger de algo que no sé que es y que además nunca llega a pasar.  Siento que las familias heredamos dificultades, dolores y conflictos que al final no son nuestros, en mi familia traemos cosas de tiempo atrás que se incuban y se vuelven parte de ti, yo estoy decidida a romper con esto y a no pasar la estafeta a los míos, con mis hijos he construido una historia diferente, al menos lo he intentado y creo que va rindiendo frutos, un día platicando con mi hija Sofía cuando yo le preguntaba que tal era como madre, ella me decía que era la mejor madre del mundo, y que además era muy diferente a las demás mamás, le cuestionaba si tener una madre diferente le afectaba y me dijo que no, que para nada, que al contrario, que se sentía muy especial, al parecer por lo que me dice Sofía, con mis hijos he logrado algo que me distingue con los niños que son mis pacientes, me he logrado conectar, construir un vínculo con los hijos, con la familia es básico, y es parte de lo que sostiene nuestra identidad.   

En muchas cosas no soy como lo fue mi madre, yo en lo particular la sentía fría, dura, nada cariñosa y afectiva, demostrando su cariño de muchas otras maneras que en ocasiones tal vez ni siquiera entendía.  A mis hijos les repito constantemente que los amo, intento mirarlos, abrazarlos, besarlos, y sobre todo maravillarme con su forma de ser, con lo geniales que son, respetarlos y acompañarlos es parte de mi mejor tarea en la vida.

Hoy me desperté con una energía muy particular, leer sus mensajes me motiva y es en este ejercicio que encontré un nuevo motivo para despertar, para teclear y continuar…

Observo a mi madre y veo en ella una mujer que siempre encuentra un motivo, maestra jubilada ya de su empleo matutino como profesora de primaria, aun activa en su plaza nocturna en una escuela para adultos de la que por cierto ya añora jubilarse ante la apatía y el desgano del sistema;  me encanta en estos días escucharla y contar sus anécdotas del trabajo, fueron charlas que siempre se daban en mi casa, en donde se hablaba del “deber” de la “responsabilidad”, de la “justicia”, de la “ética”, de hacer lo “correcto”, fue en ese ambiente que crecí, mi padre maestro por profesión pero periodista por vocación un hombre de convicciones inquebrantables, fue así que me formé, la religión nunca formó parte de nuestra vida, mi abuelo el papá de mi padre era masón, mi papá siempre se declaró ateo, y crecí en un ambiente en donde la vocación era primordial, dónde hacer lo que amas era la base de tu existencia, pero que duro fue descubrir después que el mundo no piensa así, que no es eso lo que más desean de tu persona, al menos en un empleo, en tu trabajo, fue muy triste para mí encontrar que mientras más demostraba mi capacidad, peor se me trataba, y que si se me sugería hacer algo chueco o incorrecto rápidamente saltaban mis valores más importantes, aquellos que forman parte esencial de quien soy.

Mi madre sigue activa, costura, borda, teje, y se basta a sí misma, es totalmente autosuficiente a su ya cansada edad, vive de su pequeña pensión de maestra, y de su sueldo en su plaza nocturna, de la que no se jubila no solo porque ama lo que hace sino porque necesita el dinero, hoy me conmovió muchísimo porque desde anoche me preguntó si íbamos al cine con ella para que llevara a los niños a ver la película que querían, para ella celebrar la pascua con sus nietos era muy importante, con mucha pena le dije que justo ahora José y yo no teníamos ni para ir al cine y me dijo, no te preocupes yo les voy a invitar.

Hoy mis hijos llegaron a casa de su abuela a la búsqueda de los huevos de pascua, en el transcurso de la semana pinto y adorno con los niños sus huevos y hoy se los escondió, cada año hace esto con ellos, y realmente lo disfruta.  Cada fecha especial es para ella digna de festejo, momentos para pasarla con su familia y estar con sus nietos.

La pasamos súper bien, después nos fuimos al cine y hace unos instantes terminamos de cenar una vez mas todos juntos.

Sanar la relación con mi madre era parte de mi proceso de vida, creo que ya lo logré, cortar el dolor que se transfería muy probablemente de generación en generación es parte ahora de lo que quiero hacer.  A veces pienso que el Lupus definitivamente no fue una casualidad y que emocionalmente tiene tal vez muchas explicaciones, siendo psicóloga una de las cosas que hice cuando tuve mi diagnóstico fue no solo encontrar y seguir un tratamiento físico, sino también escuchar a mi cuerpo que justo estaba externando la voz de mi alma, como psicóloga estoy convencida que el cuerpo es una máquina perfecta, en unión de lo que sentimos, lo que pensamos y lo orgánico, no pueden nuestros órganos funcionar desconectados de todo lo que también nos hace ser, no es que nosotros nos provoquemos las enfermedades como tanto se maneja y se hace creer, pero si es cierto que es un reflejo, un síntoma que bien vale la pena escuchar. 

Hace unas horas leía en el facebook de una mujer que se dedica a la causa feminista, a enarbolar la bandera de la emancipación y la lucha de las mujeres, que contaba la historia de sufrimiento y dolor que vivió su abuela en la época del franquismo y preguntaba qué podía hacer, yo le puse en un comentario que algo mas o menos así pasó en familia y que las consecuencias familiares fueron terribles por qué no se superaba el dolor, solo se transmitía y que algo que yo estaba aprendiendo es que no puedo vivir dolores que no son míos, y que necesitaba construir mi historia, que mis tiempos no son iguales a los de mi abuela y que su dolor no puede seguir siendo mi dolor; ella me contestó que era demasiada la mierda que se vivió y que se vivía en su país y que era importante sacarla a la luz, nuevamente le contesté que en lo personal yo estaba convencida que en parte mi enfermedad era el resultado tal vez de toda la mierda que vivió mi familia, y que como psicóloga yo sabía que solo sacar la mierda no era suficiente, que al contrario muy probablemente se esparcía y hasta se multiplicaba, que lo importante es SANAR, y que ojalá todos los que traemos historias de este tipo podamos SANARNOS.

Una de las razones más importantes por las que amo a mi familia, a José y a mis hijos es porque saben realmente como soy y me aman totalmente, José es mi amigo, mi confidente, y me conoce muy bien, el día que platiqué con mi hija Sofía sobre si era o no una buena madre, le pregunté por mi carácter, y me dijo que ella lo entendía muy bien, que no le afectaba y que le admiraba que yo luchara y que intentara ser mucho mejor.

Creo que las generaciones de ahora tenemos un mayor compromiso que nuestros antepasados por estar y ser mejores, tenemos más información, mas herramientas, no se justifican nuestros errores y no reconocerlos ante el extremo de abanicos y posibilidades que se nos presentan, el simple hecho de pasear tres horas por el facebook nos ayuda a leer algunos artículos muy buenos sobre maternidad, desarrollo infantil, y otras cosas más, tenemos a la mano terapeutas de todos tipo, psicólogos, couching, terapias alternativas, y mucho mas, independientemente de que algunos sean charlatanes o no, la ayuda está ahí, a la mano, talleres, cursos, revistas y mucho mas, le comentaba a mi hermanita que nuestros padres no tuvieron nada de eso, que su simple intuición y lo que habían aprendido era suficiente y aún así he visto a mi madre crecer junto con sus nietos y en serio que yo me estoy esforzando; y es que además los tiempos que viven nuestros hijos no se comparan para nada con los tiempos que vivimos en el pasado.

Amo a mi madre, me encanta ser madre, y agradezco a la vida que mi hija a sus 10 añitos me diga que me ama justo como soy en estos momentos, imperfecta, llena de errores, pero intentando luchar, no solo por ser mejor sino primordialmente por ser feliz y que no tuviera que esperar como yo a mis 41 poder al fin decirle a mi madre que la amo y al fin sentir  su cariño como tanto anhelaba, y espero en lo mas profundo de mi no dejarle heridas que le impliquen mucho tiempo para sanar…

Hasta mañana…

Mi madre con sus nietos, Alvaro, Sol María, Rafael y Adda Sofía.

Mis padres cuando eran novios.

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