DIA 32 - ATRAPASUEÑOS

“Una vez yo Chuang Tse, soñé que era una mariposa que revoloteaba de un lago para otro, siendo a todos los efectos prácticos una mariposa.  Tan solo era consciente de mí como mariposa.  Tan sólo era consciente de mí como mariposa y no lo era de mi individualidad humana.  De repente, me desperté y nuevamente allí estaba.  En ese momento, no supe si era un hombre soñando que era una mariposa o si era una mariposa que soñaba que era un hombre.” Medard Boss, The analysis of dreams.

Hoy he recibido las dos lecciones más importantes que me hacían falta para empezar a entender todo lo que me está sucediendo, y cerrar un ciclo para abrir otros que no sabía que estaban por llegar y me las han dado dos personas muy cercanas que han vivido situaciones sumamente difíciles y que no se dan por vencidas; una de ellas un pacientito de mi consultorio, y la otra de mi prima quien vivió con su hijo una situación muy difícil y que gracias a ello de un tiempo para acá somos muy cercanas.

Este peque a quien admiro mucho, me externó algo que me conmovió profundamente, hablando de las cosas tan dolorosas que ha vivido me repetía constantemente que ASI ES LA VIDA, que de alguna manera esto era lo que Dios había puesto en su camino y que no lo podía negar ni mucho menos evadir, por que todo estaba ahí dispuesto por que dios así lo deseaba, entonces yo le cuestiono si las decisiones que el había tomado muy valientemente y que le daban un giro a su vida qué eran? Por que a mi me quedaba claro que nosotros vamos construyendo de alguna manera nuestra vida y me dijo: “¿cómo te explico mariluz? Todo está puesto, y mis decisiones o todo lo que yo haga está ahí dependen de mi, pero la vida, mi vida es una , son muchas circunstancias que yo no puedo cambiar, por que ASI ES LA VIDA, “  su punto me quedaba totalmente claro, es justo tal vez lo que yo pienso pero que me parece muy en el fondo se me hace difícil de aceptar, lo que yo llamo la realidad, que de alguna manera está ahí, que nos impacta, que se impone y que de alguna forma no la podemos mover ni cambiar, pero que lo que nosotros hagamos con ella, como la vivamos, como nos relacionemos con cada circunstancia, eso es lo que construirá lo que nosotros llamaremos nuestra vida., pero este peque tiene razón no estoy tan segura
si sucede lo que uno desea, lo que uno planea, o mas bien las cosas se dan o suceden por que justamente así tienen que ser, de esa manera estaba todo dispuesto y yo voy descubriendo, y voy asumiendo. 

La realidad es que lucho, pero no se si lucho muchas veces por lo que no me cuesta luchar, en esta ocasión la vida me dispone algo y quiero mirar, quiero entender, quiero saber por que no quiero dar un paso en falso, por que no quiero equivocarme pero a veces creo que me enterco, que soy necia, y así como una veces dejo fluir, otras me cierro y me ciego a mirar.

Ayer le decía José que en el fondo tal vez mi molestia ante la injusticia y lo que observaba de la facilidad que se le daba a otros para lograr sus cosas en la vida, ya sea por que hay alguien que les ayuda, o por que todo se les da mas fácil, era por que en el fondo yo quisiera que también me sucediera a mí, y entonces hace dos días estaba nuevamente a punto de tirar la toalla y sentarme a vivir “lo que yo llamo la tranquilidad”, aun que para eso tal vez tuviera que vivir lo mas austeramente posiblemente, no solo económicamente sino social y emocionalmente, pero no se que tanto eso era por temor, por que realmente me ha costado enfrentar las cosas, y a veces me agoto, me canso y quisiera sentarme tranquilamente a descansar.  Pero no puedo, no puedo por que detrás de mí vienen dos vidas, las de Sofía y Rafael que se abren camino del camino que yo voy forjando, y es por ellos que lo estoy haciendo, y por ellos no puedo parar.

Mi prima me decía que en la vida uno no puedo detenerse, que no me puedo dar por vencida, y que además por mucho que uno disponga y planee al final la vida es la que decide, que todo puede pasar en un instante, y una vez mas alguien el mismo día en el transcurso de unos instantes volvía a mencionar a Dios y me contaba que del único ser que debe uno estar prendido y confiado es de él, porque la vida está dispuesta justo antes de que nosotros decidamos.

No podía creer lo que escuchaba, y pensaba que mi dolor es muy válido pero en el fondo soy muy soberbia y que mi enojo con Dios era por su falta de justicia ante mi esfuerzo y por mi actuar correcto y decidido, pero que no es así como funciona la vida, y que yo no soy mejor que nadie,
que también soy imperfecta y que mis esfuerzos no valen más que los de nadie; en una ocasión nunca olvidaré que ante la frustración y el coraje de un problema que no podía resolver, renegué de dios y le reclamé que ya estaba harta de luchar y que como prueba ya estaba bien y que no me lo merecía, después de gritar, llorar y vociferar, José se me acercó y me dijo, que si realmente me creía mejor que otros para merecer algo especial por parte de Dios, sentí que me cayó un balde de agua fría y sus palabras me dolieron pero eran una gran verdad, y me volvió a repetir, que la vida no te ofrece cosas buenas o malas en la medida de tus acciones ni porque te lo mereces, y que nadie merece más que otro.  Fue muy duro escuchar eso, y justo ahora pensaba que si en realidad yo aceptaba mi situación y la agradecía o en el fonde me entercaba en renegar y querer construírmela a mi medida, pero lo interesante es si la medida que estoy usando es la correcta, es la justa o de plano alucino con algo que no es real.

Y se vale soñar, se vale luchar por cumplir tus sueños, pero todo basado en una total realidad, en una medida justa de las cosas, de las circunstancias y sobre todo de nuestro actuar.  Y de pronto me encontraba hablando con otro paciente y le contaba que justo como le pasaba a su mamá de la que se quejaba me pasaba a mi, que yo era en muchas ocasiones la proveedora de mi hogar y que eso era lo que la vida me daba y que debía asumirlo, que en el fondo sueño con no serlo, con tener un esposo que trabaje y al que le vaya super para que pudiera sentarme a disfrutar de mis hijos y del internet, pero que mi situación no era así, y que por mas que la habíamos querido voltear y cambiar, al final era una realidad que mi profesión, que mi negocio que mi trabajo era el que remuneraba mas a la familia y que eso era algo que yo tenía que asumir y debía además sentirme agradecida, porque podía hacerlo y además lo disfrutaba, y que en mi familia cada uno tenía una función y que todos los asumíamos, y que me sentía orgullosa de ello, y que al parecer la única que a veces se negaba a sumirlo y que huía de ello todo el tiempo era yo.

Para el día de las madres mi hermanita Adda me regalo un atrapasueños, siempre he tenido sueños muy premonitorios, y proyectivos de lo que vivo o voy a vivir, tengo sueños repetitivos, y alguien que aparece casi siempre en mis sueños es mi papá.  Desde que empecé el proyecto de estos 365 días no he tenido pesadillas, Rafa me quitó mi atrapasueños, me dijo que si se lo regalaba por que no quería tener pesadillas, Sofía le contó que los atrapasueños son como telarañas que atrapan tus sueños en la noche y que dejan ahí las pesadillas y que solo los sueños buenos bajan y se depositan en ti.  A veces he sentido que vivo en un atrapasueños que funciona al revés, que atrapa lo que mas deseo y que sin quererlo me deja caer justo mis peores pesadillas, pero la vida se acomoda entre sueños y pesadillas, las pesadillas también son sueños de los que al final también vamos a despertar.

Muchas cosas suceden y otras mas sucederán, hablo siempre de estar atenta, pero no se si al final voy tomando todas las piezas, o solo las que deseo y por eso no logran todas encajar, están incompletas, tal vez debiera confiar mas en la vida y dejar de imponerme, y como en un atrapasueños dejar que se quede lo que se tenga que quedar, y que fluya y caiga lo que tenga que pasar… por que como Chuang Tsé, a veces no se si soy una mujer soñando que es mariposa, o una mariposa soñando que es una gran mujer.

Hasta mañana…

mi atrapasueños en la cabecera de Rafa

 EL SUEÑO DE CHUANG TZU.

EL SUEÑO DE CHUANG TZU.

 

El sueño de Chuang Tzu suele contarse incompleto de la siguiente forma: “Chuang Tzu soñó que era una mariposa, y al despertar no sabía si era un hombre que había soñado ser una mariposa, o una mariposa que soñaba ser un hombre”. Lo que no se cuenta nunca es lo que le ocurrió a Chuang Tzu durante el sueño, y por qué al despertar tenía esa duda. He aquí la historia completa.

 

Una fresca tarde de primavera Chuang Tzu llegó a la orilla de un lago y se sentó a descansar. Al poco rato se quedó dormido y soñó que era una mariposa. La mariposa que una vez había sido Chuang Tzu se fue revoloteando por ahí, viendo que el mundo era hermoso y estaba lleno de flores y aromas. Al principio, a la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu, le costó un poco adaptarse a las alas que le parecían demasiado grandes y poco manejables. Además, su cuerpo era tan liviano como un sueño y una suave brisa bastaba para arrastrarla varios metros y hacer que variara de rumbo. Pero poco a poco se fue acostumbrando. Aprendió a dejarse llevar y a aprovechar las corrientes de aire para desplazarse más cómodamente de flor en flor. La mariposa que una vez había sido Chuang Tzu enseguida aprendió también a libar las flores con su trompa extensible, y descubrió que el néctar era embriagador.

 

En un momento en que se estaba poniendo como el quico de riquísimo néctar, descubrió aterrada que a sólo un paso de ella acechaba un enorme camaleón verde que no había sido nunca Chuang Tzu, perfectamente inmóvil como una estatua del templo de Shao Li. Si hay algo que produce pánico a las mariposas es un camaleón. Y este camaleón, que no había sido nunca Chuang Tzu, estaba hambriento.

 

La mariposa que una vez había sido Chuang Tzu se quedó muy quieta, conteniendo la respiración y sabiendo que su vida pendía de un hilo finísimo. El camaleón que no había sido nunca Chuang Tzu y por tanto no podía sentir ninguna compasión ni afecto por la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu, la vigilaba con el ojo izquierdo, atento a su más mínimo movimiento; pues para el camaleón que nunca había sido Chuang Tzu, la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu no era más que comida.

 

Entonces llegó un ruidoso abejorro que tampoco había sido nunca Chuang Tzu. El camaleón dedicó al abejorro toda la atención posible con su otro ojo, el derecho. Y la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu supo que tenía una oportunidad de salvar la vida.

 Lo siguiente ocurrió en apenas una décima de segundo: el abejorro que tampoco había sido nunca Chuang Tzu, haciendo el mismo ruido que una avioneta perdiendo altura, hizo un quiebro en el aire sobre la cabeza del camaleón que no había sido nunca Chuang Tzu; y en ese momento el camaleón que no había sido nunca Chuang Tzu, disparó su larquísima y pegajosa lengua con la velocidad del rayo y lo atrapó; y entonces la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu desplegó las alas y una ráfaga de viento la arrastró fuera del alcance del camaleón que no había sido nunca Chuang Tzu.

 

Y la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu respiró aliviada. Su diminuto corazón latía desbocado mientras las alas la llevaban más lejos a toda prisa y se decía:

 

-¡Dios mío!, me he salvado de milagro. Estoy temblando como una termita. Tengo que relajarme y descansar.

 

Y la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu encontró una cómoda hoja de junco en la orilla del lago. Se posó en ella con las dos alas muy juntas... y se quedó dormida. Entonces la mariposa que una vez había sido Chuang Tzu que soñaba que era una mariposa, soñó que era un hombre, Chuang Tzu, y por tanto no sintió miedo del camaleón y pudo dormir sin temor.