DIA 45 - RESILIENCIA

“No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos y yo sugiero que precisamente por que Dios nos ama nos concedió el don de sufrir, o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos, porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen mas perfectos.”  Clive Stales Lewis.

Alguna vez alguien me dijo que yo era una persona Resiliente, la Resiliencia es la capacidad humana de superar las adversidades y construir sobre ellas, es la capacidad de una persona o grupo social, no sólo de soportar crisis y adversidades, sino de poder recobrarse y salir fortalecido de ellas.

No se si soy resiliente pero para mi el dolor, el sufrimiento y los problemas siempre tienen una razón e intento pensar que son un reto.  Soy Católica, creo en Dios y para mi todo tiene un sentido, hasta el dolor, y hay una frase de la biblia que dice: Dios jamás te dará mas de lo que puedas soportar; y esa frase ha sido para mi definitiva por que siempre pienso que todo lo que se me presenta en la vida es justo por que estoy preparada para ello.

En la Psicología la resiliencia es todo un proceso digno de estudio, se han investigado sobre historias de personas que en medio de la adversidad y los problemas mas dificiles, no solo sobrevive o lo sobrelleva, sino que lo convierte es una experiencia que los impulsa y los lleva a lograr cosas inimaginables.

Me encanta leer la historia de personas que han vivido este tipo de situaciones, es igual un misterio como en medio de toda una situación complicada ya sea la pobreza, dificultades familiares, en un grupo de personas no todas logran mirarlo de la misma manera y para algunos no signifique la oportunidad que singificó para otros, ¿en qué consiste? Los estudiosos siguen investigando en ello.

Resilire, en buen latín, quiere decir “volver a entrar saltando” o “saltar hacia arriba”. ¿Pero cómo se aplica esta capacidad humana (aunque también es de los demás seres vivos)?

Lo cierto es que desde los años ochenta ha existido un interés creciente por saber más sobre aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan física y psicológicamente sanos y son socialmente exitosos. Como ejemplo podemos mencionar niños que nacen en condiciones de desventaja social, (como Mario capecchi el niño de la calle que llegó a ser premio nobel, ) pero tienen un alto coeficiente intelectual, a pesar de no haber recibido estimulación temprana ni apoyos adicionales a la educación escolar.

El concepto está tomado de la mecánica y de la física: la resiliencia era originalmente entendida como la capacidad de los cuerpos u objetos de reaccionar frente a fuerzas externas que tienden a distorsionar su forma, y para tender un regreso a la forma inicial pero mejorada debido a su elasticidad o flexibilidad para recuperarla. En este sentido, se dice que el metal que pasa por el calor hasta deformarse y luego tiende a enfriarse para hacerse más fuerte es resiliente.

Victor Frankl es un famoso psiquiatra que estuvo en los campos de Concentracion, el escribió muchísimo acerca del sentido del sufrimiento y el sentido del dolor, investigó y escribió diversos libros pues llamaba su atención la actitud de las personas ante la experiencia del cautiverio, algunos terminaban suicidándose, otros, como el, desarrollaron toda una teoría de la psicología-psiquiatría, y escribió libros y se convirtió en un terapeuta muy prestigioso.

"No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida" Viktor E. Frankl

Este pensamiento lo escribió el Dr. Frankl en 1942 en el campo de concentración de Theresienstadt. El estaba consciente de que tenía una tarea en la vida; ¡él la eligió¡.

Leía en el Facebook algo hermoso sobre una técnica Japonesa llamada Kintsugi.  Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro.
Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia se vuelve más hermoso.
Este arte tradicional japonés se llama Kintsugi.

El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza.

Cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud...

La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia —la capacidad de recuperarse— son dignas de llevarse en alto.

Es curioso escuchar en estos días de algo como reparar, reconstruir, o continuar sobre una línea o sigiuiendo el hilo de una historia, generalmente vivimos en una época de tirar y comprar algo nuevo, no se ustedes, pero el otro día platicando con algunas personas de mi edad y mas grandes nos asombrábamos de la cantidad de basura que ahora desechamos y que antes lo que sacábamos de basura era un simple cubo con algunos desperdicios o una caja de madera, no existían los famosos botes enormes de basura.  Las cosas se arreglaban, se reparaban, se cuidaban y tener algo antiguo, algo que te heredaban era un tesoro.  Ahora no, todo tiene que ser nuevo, de última moda, y todo tiene que ver con la “actualización”, pero eso implica que si no funcionas con lo actual estás fuera.

No se si sobreponerse a un divorcio que incluyó una situación dolorosa y tormentosa, si sobrevivir a una enfermedad, si escribir y publicar mis artículos en un Diario y abrir mi consultorio en medio de un empleo en una institución gubernamental que ahogaba mi espíritu y me congelaba profesionalmente por decisión de mis jefes, si fundar un empresa en medio de un lugar sin posibilidades económicas y de desarrollo empresarial y crecimiento y además vivir de ello sea ser RECILIENTE, solo se que encontrando un sentido, que teniendo fé, que mirando mas allá de las cosas y de las circunstancias, es así que estoy hoy aquí, con las pilas puestas, y el corazón dispuesto, intentando no desfallecer, pensando que tal vez lo que hago ni siquiera es para mí, que tal vez no sea yo quien vea los frutos, que espero de corazón que sean mis hijos, y los que vienen con ellos. 

Tal vez muchos no visualicen que dar esperanza a una vida que llega sin una gota de motivación para vivir, ya sea niño, joven o adulto es salvar una vida, y salvar al mundo entero justo por eso, sea el mejor trabajo, la mejor tarea que se pueda tener en la vida, y que en medio de la adversidad es cierto he descubierto lo mejor, de mí y es por ello que tal vez puedo ayudar a otros a encontrar lo mejor de si mismos.

Alguien me dijo una vez, “bendice tu dolor por que gracias a ello puedes ver y entender el dolor de otros”, la verdad es que en mucho así es, y a todas y cada una de las personas que llegan conmigo o que pasan por aquí y leen estas letras les digo, “Somos mucho mas que simples seres deambulando por el mundo, Somos mas que simples cuerpos sobreviviendo, Somos mas que personas trabajando para un monstruo como lo es el capitalismo, Somos alma, Somos espíritu, Somos esencia, Somos valiosos por que hay algo mucho mas grande que nos mueve y es por eso que todos de alguna manera estamos justo aquí, y estaremos por que como decía Victor Frankl :

“La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste. El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida. He encontrado el significado de mi vida ayudando a los demás a encontrar en sus vidas un significado.”

Tengo un retrato del Dr. Frankl en mi consultorio y todos los días cuando llego a trabajar lo miro y recuerdo algo de lo que compartió Alexander Vesely -nieto del Dr. Frankl- en el Congreso Iberoamericano de Logoterapia acerca de su abuelo, fue que solía decir:
 

"La hora pasa, la pena se olvida, mas la obra queda".  Su tiempo de cautiverio pasó, yo no sé si olvidó su pena, pero ¡qué obra nos dejó! Y aun yo, todos los días en este lejano lugar recuerdo su historia, su legado y sus palabras, y sueño con que algún día todo lo que hago pueda de alguna manera impactar en la vida de otros y que justo sea mi obra la que permanezca.

Es irónico que el sufrimiento sea una llamada de atención de la vida, por que lo que mas abunda en estos tiempos es dolor, sufrimiento, y pareciera que no es suficiente, que seguimos indiferentes, extemadamente indiferentes, ante lo que nos impacta a diario, y no se que mas necesitamos, por que el Megáfono no está funcionando...

Hasta mañana…

 LES COMPARTO EL LINK DE UN ARTICULO QUE ESCRIBI CUANDO LIBERARON A INGRID BETANCOURT DEL CAUTIVERIO EN EL QUE ESTUVO AL SER SECUESTRADA, Y LO ACOMPAÑA UNA CARTA QUE ESCRIBIO A SUS SERES QUERIDOS COMO PRUEBA DE VIDA: 

AQUI VIVIMOS MUERTOS - SENTIMIENTOS EN VOZ ALTA

El Dr. Víctor Frankl

 

Vasija reparada con la técnica Kintsugi.