DIA 7 - MARAVILLAS

“El mundo no perecerá por falta de maravillas, sino por falta de maravillarse.” - G.K. Chesterton

Este ejercicio definitivamente me era necesario, primero porque estaba segura que de aquí surgirían cosas muy importantes,  era primordial que la inspiración me agarre trabajando, y sentada a diario solo pensando en cómo hacerlo y no actuar era obvio que no sucedería nada.

Primero la disciplina para escribir a diario, es para mí todo un reto, hace años que llevo pensando que escribir un libro era importante, pero no sabía cómo empezar ni por donde seguir, después me daba ternura pensar que esperaba que de pronto como en las grandes películas surgiera en mi vida un final inesperado e increíble que le diera a mi obra un final digno de best seller , pero saben? Como terapeuta he aprendido que el diario vivir es ya toda una gran historia, que cada instante, es vital, digno e importante, que todos nuestros pasos, nuestras miradas, nuestras acciones tienen un motivo y son dignos de admiración.  Alguien me escribió y me comentó que era sorprendente que viviera tan a la ligera y que al leerme se daba cuenta que todo lo que hacemos puede volverse tan importante, hasta el simple hecho de comer.  Sus palabras me conmovieron muchísimo. De Aquí surgirá un libro, y lo mejor es plasmar como poco a poco, dia a dia, instante a instante se escribe una historia, se construye una vida, mi vida, la de una mujer cualquiera, con un instituto a punto de cerrar, con un esposo sin empleo fijo pero con un corazón de oro, con dos hijos pequeños llenos de amor, ternura y una identidad única digna de admiración, con una crisis de mujer de siglo XXI intentando descubrirse y encontrarse, y con una enfermedad que en días como hoy pasa desapercibida ante todo lo que me surge para vivir.

Me levante muy temprano para ir al consultorio, pues hoy tenía agendado un paciente de primera vez, la verdad no me gusta levantarme tan temprano pero para no variar la cita era “urgente”, casi siempre algunas personas ante la desesperación del momento hablan con esa intención la primera vez, pero como suele suceder no llegó, muchos colegas compartirán mi sentir muy probablemente, ante lo difícil que es para una persona tomar la decisión de ir con un psicólogo y de último momento arrepentirse o sentir que puede sobrellevar su problema un tiempo más sin ninguna dificultad.  Gajes del oficio.  Pero en estos días la intuición que de un tiempo para acá me percibe de dejar la psicología la siento aun con mucho más fuerza que nunca. Es irónico por que estoy consciente que lo amo y me apasiona, pero hay una diferencia muy grande para mi entre la vocación  el trabajo, y no he podido convertir mi vocación en un empleo, escucho a colegas de diferentes profesiones llegar a extremos desesperados en abaratar su trabajo y ofrecer pequeñeces en sus servicios aunque sin óptimos resultados pero bajo la premisa de que: “si eso es lo que quiere la gente, eso les daremos, aunque no les sirva para nada”, casi casi como burguer King o mcdonalds, el precio de la hamburguesa sigue siendo el mismo, pero cada dia se acerca mas al tamaño de una píldora. 

No quiero llegar a eso, prefiero antes dedicarme a otra cosa, sin sacrificar mi libertad, esos vínculos que he construido con mis hijos, y esa capacidad para seguirme maravillando de todo lo que soy y lo que me acontece, y sé que lo podré lograr…

Alguien en un comentario en la página del facebook del blog que por cierto pueden visitar y hacerse fan, me cuestionaba que por que un blog? Que era de entenderse eso de abrirse  y desnudarse al mundo, que como publicidad era muy buena, pero que por qué mejor no escribir el libro, cobrar y ayudar a la gente de una vez, lo que esa persona no sabe es que mi interior es tan complejo que necesitaba un ejercicio, una conexión, un despertar, porque plasmar las letras necesita un motivo más que significativo y justo así se lo estoy entregando, además de que no hay nada como la interacción con las personas, leer sus comentarios, su sentir, su apoyo me motiva y sé que cumpliré los 365 días, pues generalmente tiendo a dudar, todavía hace unos minutos después de leer ese comentario, volví a pensar será que esto valga la pena? Será que es un esfuerzo inútil? Será que realmente rendirá frutos? Pero de algo si estoy segura, mi mente, está mucho mas clara, y se que llegaré…

A veces la rutina me ayuda a perder de vista cosas realmente esenciales, pero uno de mis grandes defectos es la pasión en los instantes, y los detalles, algo que admiran mis pacientes que he tenido desde hace muchísimos años es que no olvido sus historias, y no anoto nada, todo está en mi, tal vez porque todo forma parte de mi y se va conmigo, integrando mi propia historia.  Es raro que olvide a un paciente, tal vez si acaso porque lo vi una o dos veces, pero de personas que estuvieron conmigo en terapia y luego regresan a retomar recuerdo mucho los detalles, los nombres, uno de mis temores era que la neblina lúpica me afectara en mi memoria, a veces hay cosas que olvido como donde dejé las llaves o la funda de mi celular que a cada rato la pierdo, pero una de mis virtudes que no si se con el tiempo se volvió un defecto fue mi facilidad para no pasar desapercibida las cosas.  Como viste la gente, que zapatos lleva, de qué color es su cabello, igual cuando entramos a un lugar.  Es curioso hoy que platicaba con José le decía que mi profesión es muy dolorosa para algunos terapeutas que como yo somos muy sensibles y llenos de crisis existenciales como parte de un proceso de vida, que al final te puede volver más perceptivo y humano y en mi caso es justo eso lo que me ha ayudado a poder hacer mejor mi trabajo.  Esa conexión que logro con los niños, esas conversaciones que se vuelven ricas y disfrutables y que desvelan las posibilidades, tienen mucho no porque lo estudié en los libros, sino porque dentro de mi, muy dentro así soy, y con el tiempo se ha perfeccionado.   

Me encanta leer, soy autodidacta, leer e ir descubriendo información me fascina, los papás de mis pacientes que trabajaron conmigo en el Taller de Agora “Educando la Razón y el Corazón” durante dos años, no me dejaran mentir, pero todo aquello que ya empezó a hablarse de educación y de la importancia en el desarrollo de los niños yo hace dos años ya lo venía trabajando con ellos.  El internet es para mí una puerta al mundo, a veces siento que he viajado a muchos mundos, sin siquiera levantarme de mi silla, pero es la magia del ciberespacio en donde también se pueden dar “encuentros”, encuentros de verdad.

Pensaba que tal vez pudiese volverse esta virtud un defecto porque he percibido que para sobrevivir en este mundo diario un poco de disfrazar la realidad ayuda mucho, para poderla sobrellevar, un poco de ceguera, de indiferencia, son necesarias, para tener un empleo que no te gusta y que te roba la vida por ejemplo, pero a cambio de seguridad económica y adaptabilidad, o de enfriar las relaciones sociales y no dejar que te dañen porque pudieras acabar pensando que las personas también son fines y fácilmente continuar.  No, no soy así, le decía José que no puedo hacerlo, porque no está en mi naturaleza, que prefiero dejar de ejercer y enfocarlo en otros aspectos de mi vida, pero negar, cegarme, volverme indiferente y perder de vista los detalles y dejar de involucrarme  y conectarme con la vida no es algo que tenga que ver conmigo, y no lo quiero hacer.

El día terminó con la misa de Pascua, fui porque vi en mi madre la ilusión de ir acompañada de sus nietos, y porque mis hijos este año vivieron una semana santa de muchas experiencias por voluntad propia.  Mi madre al terminar la misa tenía planeada una cena, para compartir con la familia y justo así lo hicimos y creo que fue una excelente desición.

Estar en la misa fue extraño, una parte de mi quería estar pero otra no, mi enojo aun perdura, algunas palabras y pasajes de las lecturas de pronto llegaban y me tocaban muy profundamente, al final de su omilía sentí que el padre me hablaba a mi, cuando dijo: “les percibo, desde aquí puedo percibir que tal vez están sufriendo, que tal vez están enojados, preocupados, no se cuales serán sus historias, todos vendrán con una, pero en verdad les pido, que no dejen de creer, que no pierdan la fe, que se lleven la certeza de que Dios está con ustedes”.  Casi, casi sentí que me lo decía solo a mí, que tal vez había alcanzado a percibir mi preocupación, ese dolor de cabeza que me empezó a perseguir en la tarde después de una siesta que no me ayudó mucho a sentirme mejor, que tal vez en mi rostro se veía que había llorado un poco antes de salir de casa al decirle a José que decidía dejar de ejercer y que más pronto de lo que pensaba eso muy probablemente iba a suceder.

En fin que aquí estoy nuevamente, frente a estas teclas, maravillándome de mi historia, narrándome otro día mas, intentando encontrar conexión y forma en todo lo que vivo, lo que siento y lo que pienso, dejando a través de mis letras mucho de mi, de mi vida y de todo aquello que pudiera reflejar un poco quien soy y quien estoy siendo, y de cómo estas letras también se conectan con ustedes , con sus historias, con sus vidas, con sus letras que día a día también son las mías…

Hasta Mañana....

Estando en la Iglesia mi hijo Rafa me pidió que le tomara una foto al altar del cristo resucitado, me pareció cuirosa su petición y aquí se las comparto.

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