“Me dice el corazón que no soy de este planeta, que caí de algún
cometa fuera de circulación” LUIS EDUARDO AUTE.
“No es saludable estar adaptado a una sociedad profundamente enferma” JIDDY KRISHNAMURTI
Hace un tiempo la mamá de una niña me dijo que estaba muy preocupada
porque su hija no es muy sociable, y se la pasaba leyendo libros y en internet,
hasta que un día su esposo le dijo, que de que se preocupaba que si su hija no
era sociable, era porque no lo necesitaba.
Es interesante, porque la verdad es que la socialización se
ha desvirtuado de muchas formas, “pasar el rato”, “conocer gente”, “no estar
solo”, pero la realidad es que la socialización implica mucho mas, es algo más
profundo que desgraciadamente se ha llevado a lo superficial y de ahí que las
relaciones humanas sean tan disruptivas y hasta dolorosas.
Alguien me hizo una crítica en alguna ocasión por mi falta
de socialización, y de que no tengo amigos, yo no soy una persona muy dada a
salir los fines de semana, ni tengo un grupo selecto con el que salgo a tomar
el café, para mi sentarme a platicar con una persona implica no solo pasar el
rato, y si soy muy selecta con la gente con la que invierto mi tiempo, hablar y
criticar a los demás no se me hace una charla constructiva y tengo muy pocos
amigos, porque para mí la amistad implica una relación bastante rica y que me
ayuda a crecer. La mayoría de mis amigos
no están en Campeche, se quedaron en Mérida, donde estudié la universidad, muchos
fueron mis compañeros de la maestría y son mucho más grandes que yo, y otros a
los que aprecio mucho son virtuales, los he conocido por internet.
En uno de mis post que titulé FRAGILIDAD, contaba de lo
sensible que soy y de la forma en que relacionarme con algunas personas me
cuesta un poco de dificultad, si eso implica que tengo que cambiar mi forma de
ser y convertirme en una persona que no soy.
Ayer fue muy raro, platicando con José le decía que debemos
planear el estilo de vida que queremos y deseamos para nosotros y para nuestros
hijos, que ya estaba cansada de intentar encajar en un mundo que está más que
demostrado que no funciona bien y en donde tengo que perder la razón, para
poder “adaptarme”, que me resisto terminantemente a renunciar a la cordura para
volverme como todo el mundo, y terminar actuando como alguien que no soy y peor
aun como alguien que terminará por destruir lo poco o lo mucho que le queda, me
preocupa también que esto le suceda a mis hijos, le explicaba que si logramos
rescatarlos de todo lo que a nosotros nos destruyó la autoestima, podríamos tal
vez ayudarlos a conservar su seguridad y ayudarlos a desarrollar sus
habilidades y a definir qué es lo que realmente desean y a luchar por
alcanzarlo y no tendrían que pasar por todo este proceso tan triste y doloroso
que nosotros estamos viviendo.
Encajar en un mundo desencajado no me suena nada congruente,
intentar mirar lo mejor cuando todo el mundo está intentando sacar ventaja de cualquier situación, es bastante duro, ayer una vez más me volvió a suceder, pero no pienso cambiar, si para sobrevivir tengo que volverme dura, insensible y superficial.
intentar mirar lo mejor cuando todo el mundo está intentando sacar ventaja de cualquier situación, es bastante duro, ayer una vez más me volvió a suceder, pero no pienso cambiar, si para sobrevivir tengo que volverme dura, insensible y superficial.
La verdadera socialización es convivir con personas que
enriquecen y brindan posibilidades de madurez, los niños realmente socializan
cuando conviven con personas que les ayudan a crecer, y a desarrollar
habilidades, emocionales y cognitivas, que los invitan a conocer lo mejor de
ellos mismos, de otros y del mundo que les rodea.
Actualmente la socialización se ha denigrado a aprender
habilidades para defenderte, para sobrevivir en el mundo actual, y al final terminas
adquiriendo valores que en vez de ayudar a la convivencia y a construir una
comunidad lo único que hace es reforzar la construcción de una sociedad egoísta
que no piensa ni en ti, ni en los demás.
Siempre le aclaro a mis hijos que una cosa es tener
compañeros y otra tener amigos, y que la amistad es algo muy profundo. Mis hijos se cuestionan mucho porque la gente
termina haciendo lo que le dicen los demás solo por quedar bien.
Recuerdo cuando a mi pequeña Sofía la cambié de escuela en
primero de primaria porque sufría de Bullying en la escuela donde estudiaba, en
muchas ocasiones le comenté a la directora del problema que presentaba con una
compañera, e hizo caso omiso, con el tiempo la situación empeoró, al grado que
Sofi ya no quería ir a la escuela, lloraba y tenía pesadillas a la hora de
dormir, cuando se cambio de escuela le explique qué niñas como aquella que la
molestaban las encontraría en todas partes y que era importante que ella
aprendiera a defenderse, es muy duro que termines diciéndole a tus hijos que
tienen que vivir defendiéndose, pero una de las cosas que más asombró a mi hija
era que efectivamente había una niña que también molesta a los demás pero todos
le siguen la corriente, o hacen lo que ella quiere solo para no tener
problemas.
A los pocos días me mandaron a hablar de la escuela para
decirme que no se juntaba con las niñas y que casi siempre jugaba con los
varones, cuando la cuestioné me dijo que no le gustaba estar con las niñas porque
todas le seguían la corriente a una sola niña que las amenazaba y agredía y que
nadie decía nada y que además los niños eran más divertidos, y me preguntó si
tenía que hacer lo que hacían las demás, y le dije que no, que para nada, que
si ella no estaba de acuerdo no tenía por qué hacerlo; hablé con la directora y
le dije que si ese era el motivo de Sofía yo lo respetaba. Con el tiempo Sofía aprendió a convivir con
sus compañeras, y me imagino que no ha sido fácil, a diferencia de mí Sofía no
es explosiva e impulsiva, observa y reflexiona, también es sensible, pero como
José se guarda las cosas, sin embargo defiende sus puntos de vista y los
maestros externan que es de las pocas niñas que no solo participa sino que
pregunta y cuestiona y hasta los busca en el recreo para aclarar sus dudas.
Tristemente siento que la escuela se ha convertido en un
terrible ensayo de la vida adulta, y del famoso mundo “real” que tanto dicen
los papás.
Insisto, me resisto a convertirme en alguien que no soy y
convertir a mis hijos en personas que no son, los he educado con valores, pero
uno de los más importantes es ser fieles a lo que ellos creen y sienten, sobre
todo si es algo que consideran correcto.
Mis hijos hacen las cosas por convicción, no por miedo ni por estar
amenazados. Algo que le admiro a Sofía
es que estudia, y toca el violín porque ella así lo ha decidido, le encanta
leer y disfruta de aprender por que saber es fascinante; y eso ha sucedido porque
se ha hecho un juicio de las cosas y todo esto resulta porque hemos intentado
mirarlos, conocerlos y darle los valores y las herramientas para desarrollar al
máximo quienes son.
Le decía a José hace un momento que hemos sido excelentes
padres, y que es nuestro deber preservar lo maravilloso que poseen nuestros
hijos, y brindarles las herramientas para que puedan lograrlo.
Le explicaba que tanto insistir en encajar no está
funcionando, y que yo de plano ya tiraba la toalla para continuar en esa faena
que de plano no es la mejor, que construyamos el estilo de vida que deseamos y
que una vez más no nos debe de importar lo que piensen los demás.
Muchas ideas pasan por nuestra cabeza, algunas las
empezaremos a llevar a cabo, otras, llevarán tiempo, pero me siento más
tranquila, ya no pienso perder la cabeza por preocupaciones que han sido
implantadas en mí, y que de antemano sé que no son correctas y mucho menos lo
que más necesito.
Le contaba a mi hermana algunos de mis planes y me decía que
no me imagina viviendo casi casi como hippie, y no es que llegue a esos términos,
pero si al grado de construirme la vida que mejor se acerque a quién soy y
sobre todo a lo que deseo para mis hijos y para este mundo, porque todos
quieren un mundo mejor pero nadie hace nada por componerlo, nadie se arriesga,
todos desesperados insisten en encajar, y obligan a sus hijos a adaptarse y me
pregunto entonces ¿cuándo va a cambiar el mundo?
Si seguimos así, jamás, jamás va a cambiar, seguiremos
preservando lo incorrecto, seguiremos transformándonos en lo que nos indican
que debemos ser y seguiremos siendo lo que no queremos ser, solo porque así nos
conviene, y sí, tal vez no soy de este planeta, y caí de algún planeta fuera de
circulación por que entre la fé y la felonía, la herencia y la herejía, la
jaula y la jauría, entre morir y matar, prefiero amor, amar, prefiero amar,
prefiero amar, prefiero amor, amar…
Hasta mañana…
Les comparto el link de este artículo muy bueno que explica lo que es la verdadera socialización:
SOCIALIZACION
Les dejo el Link de este pequeño artículo que escribí en el blog del Instituto : ¿ADAPTACION?
y esta hermosisima canción que es de mis favoritas de Luis Eduardo Auté
3 comentarios:
Me considero Antisocial pero CREO, SIENTO Y PIENSO QUE soy FELIZ
En un mundo donde la locura es lo normal, es alarmante pensar cómo será el futuro de los niños, ya que en el fondo existe ese miedo en que ellos se conviertan en lo mismo. A mi me sucede muchas veces esto, que miro a mi alrededor y me pregunto si soy de otro planeta, porque muchas preocupaciones de las personas no les encuentro sentido, sobre todo su forma de actuar.Quizás yo sea en parte también un anti-social aunque me socialice, pero si tengo algo claro, es que nadie va cambiar mi forma de ser.
Un besote!
Creo q la mejor opcion es esa d ser antisocial. Ya q yo siempre creo en las personas me traicionan...
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