Generalmente les enseñamos a los niños que todos somos iguales y no nos damos cuenta del efecto que esta aseveración puede tener, una mamá me preguntó hace poco como explicarle a su hijo para que pudiera ser mas tolerante y menos obvio cuando conocía a alguien que tenía alguna discapacidad, y le expliqué que la mejor forma es decirles que TODOS SOMOS DIFERENTES, a lo que ella me dijo, “que curioso..., siempre les decimos que todos somos iguales”….
El pensar que todos somos iguales puede hacernos sentir que definitivamente tenemos que serlo y al darnos cuenta como les sucede a muchos de que en realidad no es así entonces pueden llegar a sentirse inadaptados y totalmente fuera de lugar o como a veces me dicen algunos de ellos: “yo no soy un niño normal”. Si creciéramos con la perspectiva de la diferencia definitivamente sería mucho mas sencillo ser tolerante y abierto a la posibilidad de encontrar a otros seres que simplemente son como son y las diferencias NO SERIVAN OBVIAS… me atrevo a decir que ni siquiera las notaríamos simplemente las aceptaríamos y las haríamos parte natural de nuestro entorno.
Tal vez ante la aseveración de SOMOS IGUALES, tendríamos que aclarar en qué… y aun así se me hace muy complicado poder encontrar una semejanza tan definitiva, tal vez Todos somos personas, Todos tenemos sentimientos, pero aún así, nadie siente el dolor igual que otro, ni la alegría, ni la tristeza y lo que nos hace felices a unos, no nos hace felices a todos…..me atrevo a decir que el lugar en donde tal vez se refuerza la IGUALDAD… o el deseo de que todos lo seamos es la ESCUELA… respetar como somos, como sentimos, como percibimos, es todo un reto, como padres intentemos ayudar a nuestros hijos a vivir en un mundo en donde ser DIFERENTE es una virtud y no un defecto, porque nadie, absolutamente nadie puede ser sustituible.
Mtra. Mariluz Barrera González.
Directora y Fundadora del Instituto Psicoterapeutico de Campeche, Hypatia A.C.
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