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domingo, 27 de abril de 2014

DIA 14 - INDIGNACION



“Normalmente cuando las personas están tristes no hacen nada.  Se limitan a llorar pero cuando su tristeza se convierte en indignación son capaces de hacer cambiar las cosas.” - Malcolm X

Desde pequeña muchas cosas me han indignado, cuando eres niño tienes más abierta la capacidad de percibir la injusticia y las incongruencias y dos fenómenos pueden sucederte, o terminas adaptándote al entorno volviéndote totalmente indiferente y tolerante a la injusticia, o sigues indignándote de por vida transformando tu sentimiento en acciones que te mueven de forma soñadora idealista a lograr que las cosas sean cada vez mejores.

Creo que a mí me sucedió lo segundo, recuerdo haber sido testigo principalmente en la escuela de muchas injusticias, contra mi persona, hacia otros niños y contra mi madre. Y de ahí conforme fui creciendo era increíble ver que no acababan, al contrario, empeoraban. 

Cuando inicié trabajando en el hospital psiquiátrico de Yucatán, yo estuve como psicóloga fundadora junto con otros 4 psicólogos que empezamos haciendo nuestro servicio social en la Unidad de Psiquiatría Infantil, fue una de las mejores experiencias, no solo éramos amigos sino el que era el director en aquel entonces de la unidad era una excelente persona del que podíamos aprender mucho, dábamos consulta en unos pabellones en donde se instalaron mesas de coca-cola y los espacios se dividían por cerros de colchones, ya que originalmente se pensaba que fuera un área de internamiento pero luego se decidió que solo se diera el servicio de Consulta Externa, empecé dando psicoterapia y aplicando pruebas, después hicimos un taller para niños que se llamaba Terapia de Socialización, ahí empezaron mis pininos con los pequeños, tuve la oportunidad de recibir una plaza de la Secretaría de Educación por que el que fuera director nos comentó a mí y a una compañera que era posible que le dieran dos plazas como una forma de apoyo al proyecto, y así fue, la recibí que por cierto fue todo un calvario que nos las entregaran, y fue justo la plaza que les comentaba hace unos días que nunca se regularizó y siempre gané un sueldo como administrativa, a mis demás colegas les dieron plazas de la secretaría de salud, luché mucho por cambiar la mía, la plaza de la secretaría era mucho mejor y con grandes prestaciones, a pesar de todo mi trabajo y tiempo invertido en la institución nunca lo obtuve y jamás lo logre, cuando empezaron a repartir las plazas, se remodeló el espacio y se inauguro la unidad, entró gente que nunca había estado ahí y tiempo después me comisionaron a la Dirección de Educación Especial. Confieso que en esos tiempos todavía creía que la justicia podía ser posible, que mis esfuerzos y mi trabajo podrían ser reconocidos, pero eso nunca sucedió. (Lo increíble es que la gente que me escucha siempre me repite: “asi es la vida, no se de que te sorprendes”)


La historia en la Dirección de Educación Especial no fue muy diferente, solo puedo decirles que entré justo con la que fuera Directora en ese tiempo que según los rumores había sido maestra particular de un hijo o un nieto del gobernador Cervera Pacheco, no recuerdo bien y que por amistad con su esposa fue colocada en el puesto, la mujer sufrió con el tiempo una transformación asombrosa que luego me tocaría vivir con otros jefes en otras instituciones, de ser la maestra abnegada, humilde y con grandes proyectos, pasó a ser la jefa déspota, prepotente, corrupta y ambiciosa.  Nunca me he quedado callada, ese ha sido uno de mis grandes defectos, ante el menor acto de injusticia y más si es hacia mí, rápidamente reacciono y corrijo, mi jefa nunca me soportó, al final terminó deshaciéndose de mi y como castigo a mis constantes rebeldías me acabó comisionando a un área de Capacitación y proyectos, que se dedicaba a dar cursos a las escuelas,  imagino que tenerme en la oficina como testigo de sus constantes actos corruptos en los que sus amigas y allegadas de pronto tenían acceso a carrera magisterial con sueldos exorbitantes por no hacer nada era para ella nada soportable, pero una vez mas no iba como psicóloga, sino como secretaria, y me instalaron frente a una computadora en un cubículo que se usaba como bodega de libros de texto que por cierto estaba lleno de comején, y ahí estuve hasta que me llegó la oportunidad de regresar a Campeche para trabajar en la Clínica  para niños y adolescentes farmacodependientes de Kila Lerma.

Inicié trabajando SANNAFARM VIDA NUEVA como psicóloga del turno vespertino y no habían inaugurado la clínica, apenas se trabajaba el servicio de consulta externa, éramos solos el trabajador social y yo, el que por cierto a veces se escapaba a darse sus vueltas, o llevaba su cable para robarse el internet y poder chatear, mientras la consulta crecía, mis pacientes nunca faltaban y la población empezó a crecer.  Algo que disfrutaba mucho era llenar mis expedientes, narrar mis sesiones y de alguna forma contar el proceso, mis notas nunca faltaron.  Al poco tiempo recibo la llamada de una de las coordinadoras para proponerme el puesto de Jefa de Departamento de Psicología por que según esto les gustaba mucho mi trabajo y la forma en que llevaba mis expedientes, eso sí la coordinación se la darían a otra psicóloga que estaría haciendo otras funciones, y yo que estaría debajo de ella la haría de coordinadora y jefa de departamento.  La verdad estaba tan feliz que no me importó y dije que sí, lo primero que pensé fue que al fin se estaba reconociendo mi trabajo.  Cuando se lo conté a mi cuñado me dijo que porque no me daban la coordinación si yo haría todo el trabajo, además yo estaba estudiando la maestría, y me pregunto que preparación tenía la otra persona.  La verdad cuando me lo dijo me di cuenta que tenía razón pero no hice nada al respecto, y me pidió autorización para hablar con la esposa del gobernador de aquel entonces e interceder por mí, para que me dieran el cargo.

A los pocos días el director me manda a buscar y muy enojado me dijo que recibió una llamada de la esposa del gobernador para decirle que me dieran a mí el puesto, que yo llenaba los requisitos y quien se lo merecía era yo, el director no ocultó su desacuerdo y yo le dije que le demostraría con mi trabajo que tenía la capacidad para ser la Coordinadora.  Tiempo después ese fue el mejor jefe que tuve, en una ocasión habló conmigo y me dijo que me reconocía la excelencia de mi profesionalismo y mi trabajo y que de todas las aéreas en la clínica, la mía era la única que funcionaba adecuadamente.

Desgraciadamente en el tiempo que estuve ahí que fueron 9 años, tuve 5 jefes diferentes, y casi todos fueron un suplicio.  Vi cometerse muchas injusticias, malos diagnósticos, malos tratamientos y ni que decir de cosas chuecas y corruptas con tal de robar recursos y mucho mas.  Mis jefes siempre supieron mi postura y mi proceder por eso no era de su agrado y siempre era relegada pero no me corrían por que al final sabían que era la única que resolvía y hacía el trabajo adecuadamente.  Mi indignación seguía creciendo con el tiempo, de mis experiencias puedo concluir que trabajar en instituciones gubernamentales es terrible, la mayoría de las personas que están ahí, ya están adaptadas y anestesiadas, ya no se escandalizan ante lo incorrecto y mucho menos ante los actos de corrupción, al contrario, participan y piden su tajada, o algún privilegio.  Recuerdo que mi penúltima exjefa para vengarse me puso a checar tarjeta siendo coordinadora de Área y no tenía limite de retardos solo de descuentos en caso de llegar tarde.  Podría hacer una lista inmensa de todo lo que viví y también de lo que observé, y aprendí que así es como funcionan esos lugares, y que para nuestra mala suerte como sociedad y usuarios de servicios las cosas jamás cambiarán porque al final las instituciones no las hacen las autoridades, sino los trabajadores y muchos ya están insensibilizados.
Este post de hoy quiero dedicárselo a todas las personas que por cierto fueron muy poquitas que encontré en mi camino que como yo se indignaban y reaccionaban ante las injusticias. 

Como enferma de Lupus, he escuchado historias increíbles de injusticias que muchas compañeras de lucha han vivido por falta de atención y medicación adecuada en los servicios de salud.  Yo en lo personal puse tierra de por medio de la seguridad social, pero eso no quita que los servicios no deban darse adecuadamente y que el sistema se siga llenando los bolsillos a costa de nuestra necesidad.
En una ocasión mi nutriólogo me comentó que el Lupus es una de las enfermedades de las que nadie se ocupa ni por investigar ni mucho menos por intentar encontrar una cura, no es redituable, tanto como lo es el cáncer por ejemplo o algún otro tipo de padecimiento, me decía que si alguien se sentara realmente a investigar y a invertir, los descubrimientos y avances serían sorprendentes.

Somos muchísimos los enfermos de Lupus, más de lo que podemos imaginar, admiro a mis compañeras que han fundado organizaciones y asociaciones para ayudar y apoyar a pacientes que lo necesitan, pero es importante que alcemos la voz, que no nos callemos, y que externemos lo que sucede, que no lo aceptemos tranquilamente, y como decía Malcolm que no nos lamentamos y únicamente nos pongamos a llorar.
Ante tanta indignación en todas las etapas de mi vida, intento hacer cosas diferentes, trabajar por mi cuenta y crear una institución que cubra necesidades prioritarias con un servicio de calidad es para mi hacer un cambio, no depender de un sueldo del gobierno y permanecer callada siendo cómplice de las injusticias y generarme mis propios recursos, es intentar otro cambio más, enseñar a mis hijos con el ejemplo y plantar valores firmes en sus estilos de vida, es otro cambio mas, mirar la enfermedad desde la perspectiva de la lucha, del reto y el desafío, desde el aprendizaje y autoconocimiento es otro cambio más.
No sé si estos pequeños cambios algún día logren cambios grandes, o si logran percibirse ante el mar de circunstancias que actualmente nos invade, y que en ocasiones me hace perder la esperanza y me obliga a tirar la toalla para sentarme a llorar.

Pero cuando leo sus comentarios y los mensajes que me envían, diciéndome que realmente este ejercicio les significa mucho y les inyecta de aquella motivación que muchas veces necesitamos para continuar, es que entonces siento que todo ha valido la pena.

El proyecto va tomando una forma muy hermosa, he estado investigando sobre escritura terapéutica, y los efectos en la salud física y emocional de pacientes con enfermedades crónicas, he encontrado algunas historias y blogs de personas que se dieron a la tarea de contar y narrar su historia durante el proceso de su enfermedad y son dignos ejemplos de lucha, constancia y dedicación aun en medio de la adversidad. Ronda por mi cabeza otro proyecto para trabajarlo con pacientes con lupus y enfermedades crónicas, que ya irá madurando para que en su momento lo lleve a cabo.  En fin que las cosas se van moviendo, mis pensamientos, sentimientos e ideas que se proyectan en letras se transforman en algo más grande y mi indignación igual se va transformando hasta crear algo que seguramente llevará de por medio grandes cambios.

Por la tarde me la pasé durmiendo, intentando recuperar la energía del cansancio que las malas noches me han dejado. Y es que esto me apasiona y estoy feliz de haber encontrado un nuevo motivo para continuar.
Hoy me escribió la mamá de uno de los niños que estuvo conmigo en el taller de Ágora, a quien por cierto le tengo un cariño muy especial, ha sido una familia que me ha demostrado su apoyo y solidaridad y su sincera preocupación hacia mi persona, y me comentaba que me extrañaban y que mis escritos le gustaban mucho.  Ayer me puse de acuerdo con una persona que fue mi paciente para que me ayudara a organizar unas actividades para celebrar el 5º. Aniversario del Instituto, la misma que les platiqué que hace unos días me contacto para levantarme los ánimos y darme tips, y así las cosas toman forma y yo me siento mucho mejor.
La economía no ha mejorado, sigue igual, apenas alcanzando para lo indispensable, espero que todas mis ideas se vuelvan acciones y empiecen pronto a rendir frutos.

He pasado de la Indignación al llanto, y del llanto a la acción, y nuevamente regreso a la indignación y otra vez al llanto.  Pero de algo estoy segura, nunca, nunca me dejaré de indignar, porque es mi forma de demostrar que la realidad me impacta, que no me es indiferente, que me interesa y como decía el Dr.Luis A. Melogran Lecuna, quien padeció Cáncer de Colon y escribió durante todo el proceso de su enfermedad un blog contando su historia: “(...) Nuestra vida es muy corta y el tiempo pasa volando...Si alguien sabe que el sentido de la vida es algo distinto y mejor que el de desarrollar nuestros talentos para hacer cosas trascendentes para nuestra especie, por favor que me pase el dato(...)”


Hasta Mañana…




Estas fotos son de mi oficina en la Clinica SANNAFARM VIDA NUEVA, donde fui coordinadora durante 9 años, fue justo en es pequño espacio donde inicié el blog EN VOZ ALTA, cuando mi ex-jefa me congela y fue ahi  cuando empecé a escribir y por primera descubri que escribir y gritar todo lo que llevaba dentro pero transformado de forma positiva me hacía mucho bien y al mismo tiempo ayudaba a otras personas.


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2 comentarios:

Eli Galvan dijo...

Asi es mariluz de la indignacion al llanto!!!! Pero esto ha logrado grandes exitos!!!! Fijate q mas d una ocasion mi jefa me ha querido sacar a hacer visitas domiciliarias sabiendo q me hace daño el soll!!!! Pero no me niego me arropo y me cubro, pero algunas compañeras aveces comprenden y me dicen no no no t bajes esperate aki en la sombrita!!!! Y d alguna manera pues ven x mi!!!

Mariluz Barrera González dijo...

Esta superque tus compañeras vean por ti, pero no olvides ver tu por ti, por que nadie mas lo hará de la mejor manera que nosotros mismos.

Creo que muchas de las cosas que me han pasado es por no pensar en mi, y no defender mis proridades, y una de las cosas que he aprendido , es que la salud es mi mayor preoridad, nada mas lo vale Eli, y cuando no estemos alguien mas hará lo que nos corresponde en el trabajo, pero para nuestros seres mas importantes, nuestra familia nadie estará en nuestro lugar.

Te mando un fuerte abrazo... Cuidate!!!